Nos estamos enfrentando a una evolución desenfrenada en cuanto a la tecnología, cada día el mundo haya la forma de transformarse y romper con los esquemas establecidos a la realidad que conocíamos. Los empresarios cada vez son más conscientes del impacto que la nueva era del internet (Web 3.0) está causando en la manera en la que los negocios se desarrollan. Tanto así, en América Latina, las grandes empresas están dando más confianza y esperanzas a la nueva era tecnológica que a las tendencias sociales, políticas y económicas, para lograr esquematizar a largo plazo la estrategia de su organización.
Más allá de las visiones de ciencia ficción que se han creado a partir del metaverso, la inteligencia artificial, los objetos inteligentes, economía descentralizada, entre otros muchos avances; la nueva era digital implica una revolución que se sale de lo que nuestra conciencia puede imaginar, una convergencia entre todo lo que imaginamos y todas las soluciones que la nueva Web 3.0 trae consigo.
Aunque nuestra concepción del metaverso se centra en entenderlo como una nueva realidad en la que, por medio de lo digital, los individuos pueden, no solo navegar por internet, sino interactuar entre la realidad y la virtualidad; esta nueva era digital implica un espectro aún más grande. La nueva etapa del internet, la Web 3.0, es una etapa que está en constante evolución, donde tecnologías como la blockchain y la tokenización, están trabajando de forma continua, para construir y desarrollar un internet con una arquitectura de datos distribuida. Esto con el fin de explotar cada vez más el potencial que la nueva era digital tiene para dar.
Partiendo de los inicios del internet con la Web 1.0, para seguir con los avances que la Web 2.0 nos dieron en cuanto a la interacción entre los usuarios y las plataformas digitales, existe un salto enorme para llegar a lo que hoy empezamos a conocer con esta nueva etapa, la Web 3.0. La descentralización de la red, donde los datos vuelven a pertenecer al usuario, la veracidad y el valor, se vuelven parte fundamental de las transacciones. La nueva era digital enfoca su potencial en la seguridad y privacidad, dando prioridad a las necesidades de los usuarios y a la interacción que estos tienen dentro de internet.
Sabemos que la Web 3.0 es una revolución a todo lo que conocíamos como internet, pero ¿por qué es tan importante esta nueva era digital para los negocios?
Esta nueva era digital es un gran potencial para los negocios, pues más allá de la optimización en cuanto a la velocidad y los cambios en cuanto a la capacidad de interacción que se propone; la descentralización de los datos y las nuevas aplicaciones desarrolladas con base en esto, rompen con los esquemas que los negocios en digital venían trabajando, donde la los elementos como imágenes, datos y contenidos de los usuarios eran propiedad de las plataformas.
Las DApps o aplicaciones descentralizadas vienen con fuerza, desarrollándose dentro de distintos contextos en los que los usuarios interactúan en internet. Desde videojuegos, redes sociales, billeteras de criptomonedas, hasta aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi); donde las empresas y nuevos negocios deben buscar la forma de utilizar este potencial que la nueva era digital puede aportar para buscar un lugar dentro de
esta. De esta manera, lograr encontrar alternativas para adentrarse en nuevos mercados potenciales e impulsar su negocio.
La Web 3.0 busca traer a lo digital, temas que actualmente se buscan en el mundo físico, como infraestructuras que confieren fiabilidad, privacidad, veracidad y hasta escasez, que hasta ahora no habían sido considerados y ha sido omitido su diseño dentro de un contexto digital. Siendo así, el metaverso se convierte en un entorno de interacción, mientras la Web 3.0 trae consigo las posibilidades de transacción.
Teniendo en cuenta que los entornos y los parámetros están cambiando dentro del contexto digital, ¿De qué manera los negocios tienen la posibilidad de encontrar un lugar dentro de esta nueva era digital?
Es importante considerar, que aunque esta nueva etapa del internet está en constante transformación y crea presión sobre las expectativas de los negocios dentro de esta, las organizaciones deben ver a la tecnología como un medio y no como un fin para lograr dar soluciones a las necesidades. Fundamentalmente, esta nueva era digital debe hacer que los negocios estén centrados en la experiencia del usuario, brindando personalización y soluciones a clientes no convencionales.
Así como en los inicios del internet, no es un secreto que las empresas que se lancen como pioneros a las nuevas tecnologías tomarán ventaja sobre las que no lo hagan. Esta nueva realidad sigue en desarrollo y con muy buenas expectativas, lo que da paso a que las organizaciones tengan tiempo de organizar su estrategia, de forma que puedan tomar decisiones concretas sobre sus inversiones tecnológicas.
Hoy en día, Latinoamérica está repartida, entre los que creen que el metaverso y el participar dentro de la Web 3.0 no creará realmente un impacto para su organización, y los que tienen grandes expectativas y confianza en lo que esta nueva era digital puede traer para los negocios y para su organización. El futuro de esta nueva realidad, demostrará quién tome la delantera de forma efectiva y cómo esto tendrá impacto dentro de cada organización.